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martes, 5 de marzo de 2013

Camino al Nobel


Después de que se conociera que Juan Manuel Santos está pre nominado al Nobel de Paz, Colombia entra en un camino peligroso y del cual, tal vez, no podrá regresar.

Está claro, el gobierno orientará acciones para ganarse ese premio. De aquí al 12 de octubre que se conozca el ganador tendremos un acuerdo con las Farc. ¿Qué tipo de acuerdo? Eso no importa, lo de menos es el fondo, se necesita es la forma, se necesitan hechos que mostrar, anuncios de “paz” que pasarán por la desmovilización de algunos frentes terroristas, entrega de armas, reinserción a la vida civil y llegarán a la aplicación del Marco Jurídico para la Paz permitiendo que los cabecillas que hoy están en La Habana, pasen de inmediato al Congreso de la República.

Es muy casual que un día antes de conocerse los pre nominados a uno de los premios más importantes del mundo, una comisión del Congreso de la República encabezada por Roy Barrera e Iván Cepeda, viajara de manera clandestina a Cuba (la información de los jefes de prensa indicaba que el viaje era a Nueva York) a reunirse con los negociadores de las Farc, reunión que no estaba prevista y de la cual el pleno del Congreso no tenía conocimiento, situación que generó el rechazo generalizado de la sociedad colombiana. ¿Será que ya sabían de la pre nominación y se adelantaron para no generar suspicacias si el viaje se daba después? De este gobierno todo se puede esperar!

Ojalá que Juan Manuel Santos se ganará ese Nobel de Paz, siempre y cuando consiga que las Farc y el Eln se desmovilicen, entreguen las armas, las rutas del narcotráfico, pidan perdón, reparen a las víctimas, paguen cárcel y asegure que quienes hayan cometido delitos de lesa humanidad no puedan ser elegibles a cargos de elección popular. Además que se le ponga freno al fenómeno creciente de las bacrim. En ese momento, quizás, Colombia podrá iniciar un nuevo camino que la lleve a la paz duradera que todos deseamos.

Pero que no nos hagan creer, que firmar unos acuerdos en La Habana y extender la mesa de negociación hasta asegurar la reelección de 2014, es la solución a los problemas, cada día más crónicos, del país. ¿Estamos seguros de que la base guerrillera se quiere desmovilizar? ¿Todos los frentes terroristas están representados en Cuba? ¿Son leales los 10 mil guerrilleros a Timochenko como lo eran a Marulanda? ¿Quién asegura que lo acordado, sea acatado?

Un gobierno incoherente como el de Santos se acomoda con cada día. Un bajón en las encuestas, 100 mil casas. Un paro cafetero, aumenta los subsidios. Un paro camionero, se reversa el alza en el precio del ACPM. Una pre nominación al premio que se buscaba desde el principio, genera acuerdos, demagogia y la satisfacción de su ego; al fin y al cabo Santos dijo: “quiero pasar a la historia como el Presidente que firmó la paz” y esa aspiración no tiene en cuenta el precio que pague el país.

@DiegoMorita

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