Una amiga periodista que está en Cuba,
me contó, de acuerdo a mi solicitud pues desconocía la mecánica, cómo se
desarrollan las negociaciones entre el gobierno y las Farc.
En estos seis meses en La Habana, cada
ronda tiene sesiones por día de 4 horas, de 9 am a 1 pm. Las reuniones son en
un salón del Palacio de Convenciones y a eso de las 11 am las partes hacen un
pequeño receso. Al terminar la jornada, se dirigen a las casas de El Laguito. Se reúnen
tres días y descansan uno (parece horario de congresista ¿será que están
practicando?).
No hay claridad sobre lo que hacen en
los días de descanso, según lo que ha expresado el gobierno ellos trabajan en
la agenda. ¿Qué hacen las Farc? Es un misterio, pero en la mayoría de los casos
aprovechan para dar entrevistas a medios nacionales o a las agencias
internacionales, que según mi amiga, ya no los buscan con la intensidad o
novedad de los primeros días. ¡Ojalá fuera cierto!
Esa mecánica de las reuniones, las pocas
horas que se dedican (podría estar aquí la explicación para el poco avance
después de seis meses) son una recomendación de expertos negociadores
internacionales, ya que someterse a
extensas jornadas puede resultar no solo tedioso sino improductivo. Tal vez le
faltó a los expertos recordarle a las partes, que es importante avanzar en lo
que se está negociando, pues no tiene lógica que después de tanto tiempo no se
tengan acuerdos concretos en el primer tema.
La delegación colombiana viaja periódicamente
al país como estrategia para cuidar la información. Las conversaciones con el
Presidente son frente a frente sin teléfonos rotos y para que Santos ordene qué
hacer o cómo seguir.
Le pregunté a mi amiga si sabía algo
de los costos de este proceso, a propósito del Derecho de Petición que le envié
a Juan Manuel Santos a través de mi columna en el periódico El Colombiano con
fecha marzo 13 de 2013 (léalo aquí http://www.elcolombiano.com/BancoConocimiento/D/derecho_de_peticion/derecho_de_peticion.asp)
y que no obtuvo respuesta dentro de los términos de Ley. Ella también se
cuestionó sobre estos costos pero fue clara en decir que no se sabe cómo se
cubren.
Este proceso es un misterio, el
hermetismo es total y los colombianos que nos beneficiaremos o saldremos
perdiendo con el resultado de este proceso no sabemos nada.
Recibimos información a cuenta gotas y
parece que estratégicamente difundida para ir midiendo la opinión. Como ese
dato que lanzó el hermano del Presidente, Enrique, en una entrevista con La Silla
Vacía (léala aquí http://www.lasillavacia.com/node/42717)
y en la que responde esta pregunta, ¿Cuál es el mejor escenario que se puede
esperar de la negociación?, de
la siguiente manera:
“Parar la guerra. Llegar a la fase tres que es la fase decisiva si
se firma la agenda simultánea y verificable. Vendrá el cese del fuego
bilateral, al mismo tiempo que comienza la concentración y desarme y la
participación política de las Farc y del Eln. Ahí lo más importante es cómo va
el Estado a cumplir y a demostrar que hay la voluntad y la plata para llevarlo
a cabo. Todo va a depender de eso”.
¿Acaso dentro de los cinco puntos de
la agenda hay alguno que hable del cese al fuego bilateral? ¿Qué se está negociando
realmente? ¿Por qué es más importante para el hermano del Presidente el cómo va
a cumplir el Estado y no los terroristas de las Farc? ¿De dónde sale la plata?
Es muy peligroso el escenario que
plantea aquí la mano derecha del Presidente, por eso es necesario que el país conozca
qué se está negociando, cómo y cuál será el mecanismo con el que los
colombianos validaremos o rechazaremos los “acuerdos”.
Es el momento para que este gobierno
se quite la máscara y le hable de frente y con la verdad a Colombia, no más
demagogia, no más información fragmentada y amañada. Necesitamos saber, tenemos
derecho a saber…
@DiegoMorita
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