Continuemos con algunas
similitudes entre el Caguán y La Habana.
A mediados de 2000, las
Farc anunciaron el lanzamiento de su brazo político, el Movimiento Bolivariano
por la Nueva Colombia. En 2012 se dio a conocer la Marcha Patriótica que, según
declaraciones del Ministro de Defensa, se financia con dineros de este grupo.
Durante el proceso en el
Caguán, las Farc continuaron con su ofensiva terrorista. Hoy también
"dialogan" mientras asesinan policías y militares. En 2000, las Farc
asesinaron a Elvia Cortés con
un collar bomba.
Hace pocos días lanzaron
un cilindro bomba contra una escuela rural en la que recibían clase algunos
niños que estuvieron a punto de morir.
En septiembre de 2000,
las Farc secuestraron un avión que aterrizó en el Huila, Pastrana suspendió los
diálogos. En 2013, las Farc secuestraron dos policías y un soldado; Santos
sigue firme y reitera que las negociaciones en La Habana van por buen camino.
El expresidente Uribe dice que tal vez las cosas van bien en Cuba pero que van
muy mal en Colombia, y tiene la razón.
En 2001, la Comisión de
Notables entregó un documento con sugerencias para disminuir la intensidad del
conflicto mediante una tregua bilateral. En 2013 la propuesta más repetida del
grupo terrorista es la que conlleva a la regularización de la guerra y un cese
bilateral. Hasta el momento se ha rechazado la idea.
En 2002, las Farc
responsabilizaron al Gobierno de un eventual fracaso del proceso. En 2013,
expresan que la mayoría de sus propuestas han sido rechazadas, con lo cual
culpan a este gobierno de un inminente estancamiento en las conversaciones y
fracaso de las mismas.
Pastrana dio por
terminado el proceso de diálogo en el Caguán después de que las Farc
secuestraran un avión en el que viajaba el senador Jorge Eduardo Gechem. En el Caguán, las Farc no mostraron
ninguna intención de llegar a un acuerdo real. Hoy, Santos, a pesar de que el
grupo terrorista sigue delinquiendo, asesinando, secuestrando, extorsionando,
destruyendo poblaciones, generando desplazamiento, traficando drogas, etc., se
niega a ponerle límites a este accionar demente. La pregunta es ¿por qué?
Estas son algunas
similitudes vistas de manera general por alguien que quiere, desea y añora
vivir en paz, pero que rechaza tajantemente que esa búsqueda se haga a
cualquier precio, generando impunidad, sin pedir perdón y sin reparar a las
víctimas. En el bus de esa paz no me monto, ¿y usted?
Por último: hablar sobre
este tema no será repetitivo porque está en juego el futuro del país. Viva la
democracia que nos permite expresarnos. Ojalá perdure por siempre.
@DiegoMorita
*Primera parte publicada el 13 de febrero. http://en500palabras.blogspot.com/2013/02/similitudes-de-paz-i.html
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