Cuando un presidente dice que en un estudio se identificó que el 40% de las noticias negativas generadas en el país vienen de las Farc, uno piensa que es algo normal, pues estos terroristas llevan más de cuarenta años sembrando el miedo y la desesperanza en Colombia.
Pero si ese mismo presidente dice, también, que otro 40% son por culpa del expresidente Uribe, se prenden las alarmas. En primer lugar porque la afirmación no suena muy convincente, y segundo porque suena oportunista en medio de la actual coyuntura.
Pero miremos un poco ese estudio.
Primero, no buscaba medir la imagen del país sino la del Gobierno y la gestión de Santos. Segundo, ese 40% de noticias "negativas", supuestamente generadas por Uribe, hacen parte solo de un 3.9% de "malas" noticias. Lo que no dijo el Presidente es que las declaraciones "negativas" de Uribe se refieren a él específicamente y no a Colombia.
Tampoco dijo el Presidente que las críticas se refieren a tres casos puntuales: Cumbre de las Américas, liberación de Langlois y atentado a Fernando Londoño , ocurridos entre abril y junio.
Las críticas más fuertes al Gobierno provienen de las Farc con 394 declaraciones y de Uribe con 263. Lo raro es que el estudio no evalúe el tipo de noticia que genera cada uno. Los primeros, gracias a sus bombas, masacres, secuestros y extorsiones; el segundo, en 140 caracteres fija posición ante un gobierno que eligió su plataforma para ganar la presidencia y de inmediato le dio la espalda y lo mandó al pasado.
¿Qué pretende Santos? ¿Que guardemos silencio cuando somos testigos de un retroceso en seguridad? ¿Debemos callar, por ejemplo, la situación en el Cauca o el asesinato de cuatro policías en Segovia?
"Qué equivocado resulta pretender construir imagen a través de ocultar la violencia", expresó Uribe en Twitter, y tiene razón. La seguridad en Colombia va en picada y eso no cambiará ocultando lo que pasa o cambiando el canal cuando empiece el noticiero. Nadie le pide a Santos que gobierne como Uribe, solo se le pide coherencia y firmeza en su discurso y determinación para acabar con el terrorismo.
Por último: evidenciar que las cosas van mal en el país y que estamos a merced de los violentos, no significa estar haciendo política con la sangre de los colombianos, es un acto de responsabilidad. El primer paso que da un alcohólico es reconocer que tiene un problema, así logra superarlo. Su primer paso, Presidente Santos, es reconocer que la seguridad va mal, muy mal, cuando lo haga empezará a ver el camino más claro. La pregunta es ¿quiere?
@DiegoMorita
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