Creo que debe ser lo mismo que siente el cemento cuando le echan agua y poco a poco se
endurece para hacerse casi indestructible, aquello que siente el corazón con
cada nuevo amor que lo revitaliza y lo hace creer que es invencible. Pero al
igual que el cemento que en cualquier momento puede agrietarse, el corazón se
rompe con cada desamor. Pero es un órgano tonto, sin memoria, que se ilusiona fácilmente y en la primera oportunidad se fortalece de
nuevo, aun sabiendo que es muy probable que lo vuelvan a romper.
@DiegoMorita
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