El
“balance es positivo” dirá el vocero oficial. “Hubo reducción en indicadores en
cuanto a contaminación y ruido” afirmará el funcionario. Pues el balance de
cualquier cosa oficial siempre es positivo y creo que es obvio que hay menos
contaminación o ruido sí durante 11 horas no hay tránsito en la ciudad de, por
lo menos, 500 mil vehículos. Así que estas declaraciones, ni ninguna de las que
lleguen, contribuyen a responder mi pregunta.
También
nos dirán que lo más importante del día es el “cumplimiento de la ciudadanía”.
¿Cómo no se va a cumplir si la medida es obligatoria y la sanción económica por
no acatarla es de $ 283 mil pesos? El palo no está pa’ cucharas como para
regalar medio salario mínimo así porque sí. Aunque los medios nos mostrarán que
hubo algunas personas que no acataron la medida, seguro a ellas sí les sobraba
el dinero.
Pero
bueno, que no todo sea crítica. El día sin carro servirá, algún día, cuando la
jornada se haga pero sin ser obligatoria y el 100% de la ciudadanía la cumpla,
sin coerción y con plena conciencia de que su comportamiento contribuye, en
algo, al planeta.
Es
obvio que un solo día no marca la diferencia, ni siquiera de manera simbólica,
por dejar el carro guardado 11 horas, mientras lo sacamos el resto del año por
más tiempo.
En
mi humilde opinión, esa de alguien que no sabe nada de este tema, creo que así
como está planteada la jornada es absurda y equivocada. Mientras las ciudades,
y hablo aquí de Medellín y Bogotá, no tengan un sistema público de transporte
eficiente, amigable con el ambiente, económico para el usuario y las vías no
sean realmente aptas para el transporte alternativo, opino, de forma
constructiva, que el día sin carro no sirve para nada.
Este
día se suma a otros que tampoco aportan, pues ya sabemos que nuestras falencias
son culturales y no cambiarán con un solo día cada año. El día del agua, del árbol y muchos otros, son solo una anécdota, una reseña en los medios
de comunicación.
Los
364 días que faltan para una nueva jornada, sacaremos nuestros vehículos, 5, 10, 15 horas y continuaremos contaminando el planeta. Entonces ¿la culpa es de
quién tiene carro? No, no seamos tan facilistas, la respuesta y el cambio de
actitud no es dejar el carro guardado, va más allá.
Como
soñar no tiene restricciones ni pico y placa, les comparto una posible
solución, fácil, económica e incluso saludable para que pensemos seriamente en
dejar el carro en la casa. No se dará, si es que llega, de un día para otro,
pero podemos ir apuntando hacia allá. ¿Qué opinan?
@DiegoMorita
Pero no, nuestro querido alcalde prefiere "invertir" nuestro dinero en cosas como el manejo de las basuras con "proyectos" mediocres y sin alguna garantía para luego solo disculparse como si fuese un pequeñísimo error!
ResponderEliminarSaludos diego gracias por compartirnos tus palabras.
Gracias a ti por leerla y tomarte el tiempo de comentarla. Esta entrada es de hace casi un año y se inspira en Medellín, pero creo que aplica también en Bogotá. Saludos!
ResponderEliminarSi, lo se, por eso lo revivo en este año y preciso para el día de hoy que ocurre algo similar a lo que tu comentas y esto solo demuestra que seguimos igual o peor!
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