COLUMNISTA
DIEGO MORA ARIZA
PUBLICADO EL 20 D
E MAYO DE 2015
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Que la tragedia se pudo evitar, que Uribe fue a visitar el pueblo en el que nació su madre y él se crió y por eso es un oportunista, que Santos tardó en llegar y Fajardo envió un comunicado diciendo que no se necesitaban ayudas, que las donaciones solo a la Cruz Roja porque nada tienen que hacer los partidos políticos recogiéndolas y mil cosas más, con las que se desvió la atención a lo realmente importante: hasta el momento 64 personas muertas, más de 300 heridas, familias que lo perdieron todo y Salgar, un lindo municipio del Suroeste antioqueño, de luto.
Y buscarle el pero a todo es nuestra constante. Que a esa mujer la violaron porque se vestía muy provocativo, que al muchacho lo apuñalaron por llevar la camiseta del equipo contrario y quién lo manda, que le robaron el celular por sacarlo en la calle aun sabiendo lo peligroso que es. Ponemos problema y desviamos el debate de lo realmente importante.
En Salgar ya no se puede llorar sobre la leche derramada (llorarán los vivos, los que se salvaron, a sus muertos, harán el duelo y ojalá, seguirán adelante), lo que hay que hacer ahora es solucionar los problemas que se vienen para los damnificados y acelerar las ayudas para que el trauma sea el menor posible.
El gobierno Santos tiene una gran deuda en muchas regiones del país en la atención de desastres, solo basta traer a colación el caso Gramalote para darse cuenta de que la supuesta solución ha causado más “daño” que el origen del problema ¿cómo es posible que se tardaran tanto en reconstruirlo? Entre trámite y trámite, incompetencia de quienes toman las decisiones y un gobernante desconectado de las regiones, quizás esté la respuesta.
Es por lo anterior que los errores ya cometidos deben servir de ejemplo para mejorar. La reubicación de las familias afectadas, los subsidios prometidos y todo lo que se tenga que hacer en Salgar hay que hacerlo de inmediato. Aquí no se pueden dar el lujo de empezar a dejar a los afectados esperando soluciones, demorarlas por un requisito o porque quien firma no está.
El debate es ese y nuestra atención debe estar dirigida a vigilar que se cumpla con la atención integral a las víctimas de la tragedia que hoy enluta no solo a Antioquia sino a todo el país.
Por otro lado, también es imperativo que el gobierno nacional, los departamentales y locales presten especial atención al tema de la minería ilegal. En Riosucio (Caldas) varias familias lloran a sus muertos, los cuerpos de algunos aun no han podido ser recuperados. ¿Cuántas tragedias más necesitamos para tomar medidas efectivas que eviten estos desastres?
Por último: de prevención en Colombia pocón, pocón. Aquí las medidas se toman cuando el agua ya está al cuello, cuando ya los muertos están siendo enterrados. Será que es muy difícil evaluar los diferentes tipos de riesgos, las zonas más propensas y actuar antes de. O será que los funcionarios que en los diferentes gobiernos han tenido que hacerlo, llegaron a ese puesto solo por recomendación política y no por sus capacidades profesionales. Quizás la respuesta sea más fácil de lo que imaginamos.
PS: saludo especial a todos los que fueron mis alumnos en Salgar, los mejores deseos y mi solidaridad absoluta.
@DiegoMorita
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