Sí, el rumor resultó cierto y el expresidente Álvaro Uribe Vélez irá en la lista al Senado por el Centro Democrático. El uribismo en su gran mayoría lo esperaba, los opositores, ansiosos, pedían que se definiera de una vez por todas esta aspiración y la política recomponía sus paradigmas, pues es atípico que un expresidente aspire (en este caso después de dos periodos de gobierno) a ser senador de la República. La decisión está tomada y lo que se viene de aquí hasta marzo promete ser una de las contiendas electorales más emocionantes en la historia del país.
Más allá de un tema de ego o de vanidad personal, Uribe aspira a ser senador porque su talante no le permite cruzarse de brazos mientras ve cómo poco a poco se derrumba lo que tanto le costó construir. No nos digamos mentiras, ni seamos benevolentes con el gobierno actual deJuan Manuel Santos, el país va mal y no solo porque las encuestas lo digan sino porque la realidad lo evidencia, el sentimiento de los colombianos lo ratifica y la desesperanza que sentimos por el rumbo actual, del que fuera el país más feliz del mundo, lo refuerza.
El Presidente insiste en que su gobierno tiene problemas de comunicación. Es posible que sus asesores hayan confundido el gasto desbordado en pauta (1.9 billones al año) con saber transmitir el mensaje de lo que están haciendo para que nos llegue limpio y diáfano a los colombianos. Sin embargo, cuando no hay nada que comunicar es muy difícil hacerlo, por eso es más sencillo pautar e invadir los medios con propaganda estatal.
Uribe vuelve al ruedo, porque en Colombia hay cosas que no están funcionando; y no es que yo crea que él es un mesías y nuestro único salvador, pero sí creo que tiene un liderazgo inmenso, el país lo quiere y su voluntad de trabajo es ilimitada, algo que muy pocos políticos tienen.
Si algo ha demostrado Uribe es que no es egoísta con Colombia. Hoy podría estar disfrutando de unas merecidas vacaciones, de su familia, de su nieto, no obstante sigue recorriendo el país, escuchando a la gente y trabajando por dejarles a las nuevas generaciones un mejor lugar en el cual vivir o como él dice: "un país en el que puedan ser felices".
Por último: hubiera preferido un no en vez del sí que todos escuchamos. Para mí Uribe ya cumplió, mal o bien, no importa, ya cumplió con su trabajo y dedicación. Hoy, nos regala horas extras de su vida, sacrificio que Colombia le agradecerá.
@DiegoMorita
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